La defensa de la ecología debe realizarse a partir de planteamientos que sean de carácter ecocéntricos, es decir, centrados en la misma. Se da prioridad a los distintos ecosistemas y también a las distintas especies de individuos, ya sean humanos o no.
El ecologismo (otro de los términos con el cual se conoce al movimiento ecologista) a veces no se ve desde una perspectiva tan general, sino que se enfoca en el antropocentrismo, es decir que lo que se busca es satisfacer exclusivamente las distintas necesidades de la especie humana, tanto a nivel de salud como social. A menudo los ecologistas suelen realizar una crítica social para promover ciertas reformas de leyes y concientizar tanto a los gobiernos como a los ciudadanos en general.
El movimiento ecologista suele buscar un compromiso de parte de todos para que la salud del ser humano pueda ser mantenida en equilibrio con el resto de los ecosistemas de la naturaleza, ya que se considera que la humanidad también forma parte de ella.
Gracias a la existencia de los sistemas democráticos y de ciertas libertadas para la ciudadanía fueron creadas las conocidas organizaciones ecologistas, siendo Greenpeace la más grande de todas ellas. La mayoría de las organizaciones a favor de la ecología suelen ser no gubernamentales y suelen estar financiadas por sus socios.